jueves, 27 de abril de 2006

La búsqueda de la verdad

Buscar la verdad es un camino difícil. Tan relativa como la observación de la cosas la verdad no existe en sí misma sino que supone una elucidación, una deductiva mirada que nunca nos da, incluso en el terreno de la ciencia, un resultado absolutamente fiable.

Decía Nietzsche que nada es más necesario que la verdad y, con relación a ella, todo lo restante no tiene más que un valor de segundo orden. Ciertamente así es, nuestra vida se configura como una continua búsqueda de la verdad, aunque a veces no seamos conscientes de ello. ¿Qué sentido tendría la vida si tratásemos de ignorar lo esencial de las cosas?

En todo hay un misterio, una pregunta que necesita desvelarse. Vivimos para saber quiénes somos, para conocernos a nosotros mismos y conocer el mundo que nos rodea, lo físico y lo espiritual, la materia y su esencia.

Sin embargo ¡qué difícil alcanzar ese conocimiento! ¡qué difícil alcanzar la sabiduría cuando todo nos arrastra por un mar de dudas que no nos deja tiempo para nada, acaso para nadar y no ahogarnos en la aventura!

Para Aristóteles la única verdad es la realidad. Pero hemos llegado a este siglo XXI sin una perspectiva unánime acerca de la realidad, pues como escribió Campoamor : en este mundo traidor, no hay verdad ni mentira: todo es según el cristal con que se mira.

En conclusión, sólo nos queda la mirada y hemos de confiar en ella. Saber observar, saber contemplar, saber descubrir en las cosas su valor, aquello que las hace ser reales, aquello que las hace verdaderas ante nuestro intelecto, ante nuestra naturaleza cognoscible, ante nuestros ojos. Interesante tarea. Vital y poética.

Ineludible y esencial tarea para que no nos difuminemos de esta vida con las manos absolutamente vacías.



6 comentarios:

Unknown dijo...

Pero, finalmente, la única verdad que nos cuenta es la nuestra... (nuestras vivencias, conocimientos, planteamientos, etc.) y todo lo que exceda de ese límite no existe.

Mi "pequeña teoría" al respecto es que existen múltiples verdades y que lo idóneo nos pudiesemos abrir (mentalmente) para poder valorarlas todas en su justo punto.

O sea, misión imposible.

Señorita Cosmo dijo...

Buen tema. Tema básico de filosofía.
Obviamente, refutable e inalcansable.
Es uno de esos temas que da para discutir horas en sobremesa. Empezar sacando a relucir teorías filosóficas concretas, y terminar delirando y refutando teorías propias y ajenas.
Me encantan estos temas, porque cuando se debaten, son de esos que te hacen cambiar de idea una y otra vez. Y es lógico, hablando de la verdad, te das cuenta que no hay una sola.
Pero disiento con Lunera en lo de misión imposible, yo he llegado a estar de acuerdo con como tres o cuatro teorías bien refutadas y explicadas todas opuestas en una misma noche. Eso me hizo valorar todas, aunque también terminé dudando de todas, ja!

Unknown dijo...

Muy bueno, señorita Cosmos.

¿Y después de la duda no te ha entrado ese arrebato de refugiarte en tus ideas más atávicas? A mí sí- Interesante tema.
Prometo visitar tu blog (en cuanto termine de mudarme al mío nuevo)

Un abrazo.

José Antonio Galloso dijo...

¿Qué es la verdad
Si no
Un acto individual
Un árbol
Una manzana
Que se come
A escondidas?

Saludos

SaraMR dijo...

Lúcida reflexión, aunque mi teoría es que la verdad no nos hace libres, es la busqueda de la misma lo que nos lo otorga. Porque cuando llegamos al final del viaje somos mas conscientes, más lucidos, no más felices.

Te seguiré leyendo ^^ Saludos desde Caragena.

Anónimo dijo...

La verdad nunca es una, se la reparten los hombres.

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