domingo, 22 de marzo de 2009

Tu nombre es eso

Creo que eso ha sido conocido.

Kena-Upanishad (II, 1)


NACÍ en el vientre de tus ojos angélicos,

muy cerca del mar de tu mirada.

 

Sonámbulo de deseo

te abracé hasta el fin

de los tiempos.

 

Y caí, como un niño,

en las redes de la ilusión.

 

No hubo fin, ni principio,

tan sólo olvido, un largo olvido

que fue nunca para siempre.

 

Conservo acaso el dolor de estar solo.

Tus ojos partieron con los ángeles

sobre el mar de lo perdido.

 

Una vez te dije:

“Tu luz me ata a la ceguera del deseo

y tu nombre resuena como losa

que golpea cráneos epilépticos”.

 

Hoy sólo el amor por la vida

me salva de la muerte.

 

Sólo Dios sabe cuánto te quise

y cuánto ayer recé para olvidar

tu nombre.

 

Sin embargo, hoy ya no vivo en la ilusión.

 

Por eso te quiero y no te quiero todavía,

y por eso nunca y siempre olvidaré

tu verdadero nombre.

1 comentario:

Amador Cea dijo...

Felicidades por el blog, y felicidades por el poema. Estos versos en particular tienen un aire muy al neruda de odas elementales:

"Conservo acaso el dolor de estar solo.

Tus ojos partieron con los ángeles

sobre el mar de lo perdido."

Pues eso, felicidades!

Oye, ¿te importaría que te linkeara desde mi blog? Es http://muerocomovivi.blogspot.com/

Bueno, un saludo, compañero.

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