No hay más segundo que este instante en que abrazamos el viento corriendo por la arena del paraíso, playa de esperanzas, entre sabor a sal y libertad. Somos marineros del cielo, divisando azules reflejos bajo el agua. La vida nos despierta con su sol de gloria. Paraíso de inocencia. Felicidad del momento. Es todo cuanto quiero. Hoy, ahora, hemos visto por vez primera el mar.
1 comentario:
El mar tan infinitamente bello.
Un saludo
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