Despierta! Hay mendigos tumbados en las sucursales de los bancos, y sus perros tienen menos hambre que ellos porque buscan su comida entre la basura y se nutren de ella. Los perros tienen menos dignidad que los mendigos. Son lazarillos de la pobreza.
Despierta! Un pobre loco, en la periferia, se ha expulsado al vacío desde las alturas de una azotea. Las chimeneas huelen a sangre.
Despierta! Los príncipes van a la guerra como en los siglos pasados, aquellos de la barbarie. Creen que la gloria les acompaña. Príncipes de Ralph Lauren y de metralleta.
Despierta! Los muertos no son reales en Youtube, el sonido de la bala es un audio que recorre megabites de espanto. Las cadenas de televisión lavan la mierda de las conciencias entre anuncios de rebajas de perfumes.
Despierta! Los cuervos mastican la espuma de tu silencio. Tu vana misericordia condimentada de salsa de tomate Heinz.
Despierta! No verás el dolor muchas veces en tu vida. Sólo el dolor de otros.
Despierta! No siembres tu reino perfecto a costa de los demás.
Despierta!
Despierta!
Despierta! No crucifiques la esperanza ni busques culpables.
Despierta!
Despierta! No busques la ficción para llorar adecuadamente. No trasformes la lágrima en materia estética.
Despierta! No cabalgues a lomos de la perfección relativa.
Despierta! No mastiques los huesos de tus mártires.
Despierta! No sufras la ira de poetas sin manos.
Despierta! Olvida el juego de las apariencias.
Despierta! No verás nada. Te quedarás ciego. La conciencia no te hará ser un hombre. Sólo la angustia, la impotencia, el dolor, harán de ti un ángel de justicia. Un ángel sin alas, pero ángel.
Despierta! El sueño ha terminado. La realidad no está tan lejos.
Alguien ha muerto en el dolor y en ese dolor tú has nacido.
Despierta!
Despierta! Un pobre loco, en la periferia, se ha expulsado al vacío desde las alturas de una azotea. Las chimeneas huelen a sangre.
Despierta! Los príncipes van a la guerra como en los siglos pasados, aquellos de la barbarie. Creen que la gloria les acompaña. Príncipes de Ralph Lauren y de metralleta.
Despierta! Los muertos no son reales en Youtube, el sonido de la bala es un audio que recorre megabites de espanto. Las cadenas de televisión lavan la mierda de las conciencias entre anuncios de rebajas de perfumes.
Despierta! Los cuervos mastican la espuma de tu silencio. Tu vana misericordia condimentada de salsa de tomate Heinz.
Despierta! No verás el dolor muchas veces en tu vida. Sólo el dolor de otros.
Despierta! No siembres tu reino perfecto a costa de los demás.
Despierta!
Despierta!
Despierta! No crucifiques la esperanza ni busques culpables.
Despierta!
Despierta! No busques la ficción para llorar adecuadamente. No trasformes la lágrima en materia estética.
Despierta! No cabalgues a lomos de la perfección relativa.
Despierta! No mastiques los huesos de tus mártires.
Despierta! No sufras la ira de poetas sin manos.
Despierta! Olvida el juego de las apariencias.
Despierta! No verás nada. Te quedarás ciego. La conciencia no te hará ser un hombre. Sólo la angustia, la impotencia, el dolor, harán de ti un ángel de justicia. Un ángel sin alas, pero ángel.
Despierta! El sueño ha terminado. La realidad no está tan lejos.
Alguien ha muerto en el dolor y en ese dolor tú has nacido.
Despierta!
3 comentarios:
Hola José Manuel. ¡Qué placer reencontrarme con tu verbo encendido y simbólico! He disfrutado mucho con tus palabras, especialmente porque de vez en cuando se siente como si fuese una "Bella Durmiente", ajeno al mundanal ruido existencialista que me rodea. Hay que despertar para recordar que estamos vivos y anhelantes. La vida sigue...
Vaya, menuda sorpresa que haya hoy día quien conozca a Gisbert.
Sinceramente, me gustó este paseo por el blog.
Un saludo (del mal poeta) de los argonautas
es ginsberg.
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