Habla la voz que es clara en el deleite,
en lo amado como frontera y encuentro,
como luz no agotada del canto,
en fuerza y pasión de quimera
que avanza en la unidad prodigiosa
del turbador sentido.
Breve soy como el deseo ante el todo, acaso nada.
Me abrazo al instante desnudo
que traza el cuerpo del ahora,
el paisaje diverso
contenido en un punto insondable.
Me abrazo a la mágica presencia
que me hace certero y declara
que cualquier paso es el centro de su orbe.
Breve me abrazo, acaso siendo nada,
a la voz que canta
su frescor en lo unánime.
1 comentario:
Me identifico con tu poesía. Escribo ocasionalmente y estoy rastreando versos contemporáneos que me ayuden a vivir esta tarde de agosto. Los tuyos han salvado este rato de cerveza. Gracias
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