Sopla el pasado y cansa, hierve su luz
agitando las entrañas de lo vivido.
Sopla el pasado y te lleva consigo,
te muere la vida y el peso de su cruz.
Cansa la vida porque nunca pasa nada,
sólo pasa lo pasado, lo siempre perdido,
lo que nunca volverá a ser. Arrastrada
la culpa, la frágil miseria de no haber sido,
hacia el último don que nos depare el azar,
con un resquicio de esperanza, de alegre camino.
Y una tristeza a cuestas y una pena de mar,
y un mundo completo que se ha detenido,
y una ilusión, ya trágica, que nunca se torna realidad.
3 comentarios:
Bello poema. Muy nihilista, ¿no?
Me gustan en especial los tres últimos versos; eso de "una pena de mar" me lo guardo, con tu permiso ;)
Felicidades.
Un saludo, José Manuel.
muy interesante tu blog
te invito a visitar el mío
Me encanta este poema.
Muy bueno.
Ro
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